Ángel Fara, presidente del Colegio de Abogados del Sur y penalista, pronosticó que a partir de hoy comenzarán a develarse los misterios que genera la aplicación de la reforma procesal penal en Concepción. 

“Estoy a favor del cambio, pero la incertidumbre es grande. Muchos aspectos quedaron en el aire y todavía no sabemos cómo serán resueltos”, explicó el dirigente profesional a LA GACETA, en una mesa de la confitería “La Estrella”. 

Fara dijo que le preocupaban las casi 4.500 causas iniciadas con el Código de 1991 y que ahora deberán ser readaptadas al esquema de 2016. “Estos procesos quedaron en el limbo”, observó. 

También llamó la atención sobre las incomodidades y el encarecimiento que implicaba que los expedientes de Monteros sean juzgados en la capital, y no en Concepción como sucedía hasta la semana pasada. “Puede haber una afectación al principio del juez natural”, manifestó Fara. 

El abogado además lamentó que la reforma entre en marcha con cargos acéfalos, y sin el fiscal regional y el Tribunal de Impugnación. “Para que el modelo funcione, tiene que haber imparcialidad y paridad de armas entre la acusación y la defensa, y no está claro que esa base exista ni que los abogados particulares puedan competir”, comentó. Y añadió: “la implementación del Código de 2016 significa que el anterior ha fracasado. No hay cómo defender lo viejo ni del lado de la víctima, ni del lado del imputado, ni del lado de la Justicia”.